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martes, 18 de agosto de 2015

Las ruinas circulares, Tema del traidor y el héroe y El milagro secreto

Analice los cuentos de Jorge Luis Borges: Las ruinas circulares, Tema del traidor y el héroe y El milagro secreto teniendo en cuenta las temáticas de circularidad, la realidad y los niveles de narración. Luego realice una presentación en ThingLink.

lunes, 6 de julio de 2015

El último artista


Hoy se conmemora 10 años de la muerte de un artista incomprendido, que no llegó a triunfar vivo. Esta es la historia de Candó en la actualidad considerado uno de los mejores artistas plásticos del siglo XXI, pero tuvo que enfrentar obstáculos antes de conseguir su fama. Un artista innato como el tendría el apoyo de su familia y la sociedad sin embargo esa no es la historia que él me contó. Hoy voy a exponer su verdad.
Lo conocí en la escuela secundaria siempre fue un tipo reservado, promedio y sin ningún problema. Un viernes por la noche, si mal no recuerdo una cálida noche de noviembre, encontré a Fernando en el boliche de la calle Alvear completamente ebrio y sociable cosa que no era nada propio de él. Se me acercó y me dijo: - Me escapé de mi casa, vos sabes como son mis viejos. Pero no le a nadie ehh-. Fue ahí cuando me di cuenta que Fernando no es en realidad la persona que todos creemos, es más que el promedio más alto del colegio y todavia aun mas que el hijo perfecto.
Aquella noche observe cada uno de sus movimientos; saludaba a personas que nunca antes había visto, se comportaba totalmente desinhibido. Entonces decidí ayudarlo por miedo a que le sucediera algo. Cuando me acerque a él me dijo que se quería, que se sentía mal. Por lo tanto salimos del boliche y caminamos hasta su casa, eran las 4 de la mañana y ninguno de los dos sabía muy bien lo que estaba pasando.
Narrador: Quedate tranquilo Fer, aprovecha esta noche que cuando estudies medicina no vas a poder salir tanto.
Fernando: Uh no me digas eso. Igual yo no quiero seguir medicina no se por qué todos piensan eso. El otro dia fui a visitar la morgue que está a la vuelta de la Facultad de Económicas, me desmaye apenas vi el primer cadáver.
Narrador: Todos sabemos que vas a ser médico, tu papá lo anda diciendo por todos lados.
Fernando: ¡Uh! ¡ya se! Siempre discutimos por lo mismo. Medicina no es para mi, yo quiero ser artista es mi sueño pero en mi casa no me lo permiten.
Cuando escuche estas palabras no sabia que decirle. Me contó cómo disfrutaba de ir a los museos, el de Bellas Artes que se encuentra en Recoleta era su favorito. 
Un dia buscando refugio de su triste realidad familiar se pasó ocho horas dentro de aquel museo, simplemente admirando cada cuadro y soñando despierto con su futuro ideal. La cara que ponía cuando me lo contaba, se le iluminaban los ojos como nunca antes había visto en una persona. Ahí fue cuando le recomendé que él es dueño de su vida y que tenía que decidir qué hacer con ella. Se enojó se puso muy violento y agregó: -¿Vos estas loco? Si fuera por mi yo seguiría bellas artes; pero mi papá con sus ridiculeces de carreras convencionales no me deja-. Me quede duro. Para aquel momento ya estábamos en la puerta de su casa; sorpresivamente su padre salió a la puerta. Lo retó por el estado en el que volvió, algo entendible de su parte. Fernando lo confronta diciéndole que lo hizo para descargarse y olvidarse del estrés que le producía saber que él nunca iba a estudiar lo que le gustaba. El padre inmediatamente lo arrebató y le dijo que los artistas no tenían futuro, que su apellido llevaría la palabra doctor adelante y que se dejara de joder. A todo esto yo decidí quedarme callado y por supuesto no di mi opinión. Fernando entró a su casa, el padre me agradeció y cerró con furia la puerta. Esa noche me quede angustiado, apenas pude dormir.
El lunes siguiente ninguno de los dos se animó a hablar no lo sucedido el viernes por la noche, aunque yo moría de intriga. Hasta el dia que lo encontré en un recreo solo sentado en el pupitre dibujando el libro de biología con una figura de un ave volando. Ahí me acerque y le dije:- ¡Flaco vos tenes que seguir arte!- (nunca había visto una obra tan majestuosa como esa). Vi como sus ojos se llenaron de lágrimas, él sabía que era su pasión pero al mismo a tiempo lo veía muy lejano. Tuvimos una charla sincera donde hablamos sobre la presión que su padre le ponía y como él no quería decepcionar a su familia entera. Me di por vencido, convencerlo parecía imposible y me sentí frustrado.
Al otro dia note que ver no había ido al colegio, después del recreo fui a mi casillero a buscar unos libros y cuando lo abrí una nota que decía gracias cayó al piso; me extrañó pero no hice nada al respecto solo desee que fuera el día siguiente para preguntarle a Ver si había sido él, otra persona no se me ocurrió.
Así pasaron cuatro días y Fer no había vuelto al colegio. Esa tarde pasé por su casa para hablar con él y confirmar si estaba enfermo, pero sucedió algo que jamas imagine. El padre abrió la puerta y me aclaró que Fernando no vivía más allá, que lo había echado, tenía 18 años hace más de un mes y podía cuidarse solo.Cuando le comente que no estaba yendo al colegio no se sorprendió, según él era como todo artista: un irresponsable. Esta vez no pude guardarme mi opinión y después de una fuerte discusión me cerró la puerta en la cara.
No volví a oír de Fernando por un año hasta que un dia fui a visitar el Museo de Bellas Artes. Un cuadro pintado en acrílico de un ave volando me llamó la atención y me recordó mucho a él, este estaba firmado por Candó. Pregunte por el artista y me dijeron que era un ermitaño y que nombre nunca fue revelado al público, sin embargo su manager me dio el email del artista. Esa misma noche le escribí un correo en la cual le conté mi reacción al cuadro y su relación con la historia de ese al que nunca llegue a llamar amigo pero que lo quería como tal. Dos días después recibí una respuesta que solo decía: Muchas gracias, tu amigo Fer.
Esta es la historia que yo conocí de Candó después de años de críticas hacia él y su forma de ser hoy me alegro de estar aquí con ustedes compartiendo por primera vez su verdad.

Crónica realizada por Pilar Burger y Agustina Ben

martes, 18 de noviembre de 2014

El Tiempo - Proyecto Final del Juego

Leímos el libro Final del Juego escrito por Julio Cortázar, luego nos dividimos en grupos y seleccionamos tres cuentos que tengan algo en común. Nosotras elegimos Una flor amarilla, El ídolo de la cicladas y Final del juego. Tomamos el elemento del tiempo para crear el siguiente poema: 

Un error en el mecanismo 
Nos perdimos en el tiempo 
Si volamos con el viento 
Obsesiona el momento. 

Soy una estatua simultanea 
En vez de un ritual consecutivo, 
Ni una vida paralela 
Ni una muerte paralitica. 

Antigüedades infinitas
Nos plagan de enfermedades
Aguardan tras la puerta
Maldiciones cubiertas.

Al terminar el poema decidimos ponerlo en diferentes objetos como una taza, un plato, una billetera, un abanico y una camisa. También creamos un dado, que en cada cara del mismo pusimos diferentes frases famosas del escritor. 



domingo, 31 de agosto de 2014

Los venenos - Julio Cortázar

Los venenos es un cuento que trata sobre un niño que vive en Banfield, y un día su tío va a su casa con una maquina para matar hormigas, él, su hermana y sus amigos (Hugo y Lila)  sienten admiración por esta maquina.
Al comienzo de la historia se muestra a la niñez como una edad de inocencia. Cuando se enteran que el Tío Carlos iba a traer una maquina para matar hormigas, se imaginan a esta maquina enorme y poderosa "El día antes había dicho en la mesa que iba a traerla, y mi hermana y yo esperábamos l maquina imaginando que era enorme, que era terrible." Pero al ver estaban decepcionados. A lo largo de la historia la forma de pensar de los niños cambia, son mas apasionados y tienen sentimientos mas allá de la amistad. De todos modos seguían jugando juegos niños: la escondida, vigilante y ladrón, coleccionaban estampillas y "a las bolitas".
El titulo del cuento es "Los venenos", este tiene un significado literal que es que la maquina de matar hormigas usa un veneno el cual los niños tenían prohibido tocar porque les habían dicho que ya 3 niños se habían muerto. Además, yo interprete el titulo de otra manera, cuando el narrador se entera que Hugo le había reglado a Lila una pluma de pavo de real se enoja de tal manera que le pone mas veneno a la maquina entonces se puede decir que los venenos son los celos que siente el narrador cuando se entera lo que Hugo hizo.

domingo, 8 de junio de 2014

Mi día en la colimba

Me llamo José Carlos Saavedra , tengo 18 años. Hoy, 5 de octubre de 1988, es el sorteo en cual se decide si tengo que asistir al servicio militar. Toda mi familia está alterada mi madre lleva llorando una semana seguida. Estamos todos sentados en la mesa redonda de la casa de mi tía con mi primo de misma edad esperando que llegue nuestro número. Mi número de documento termina en 874, al cabo de esperar hasta las 8 de la noche me toco un número tan alto que ni recuerdo escucharlo tan sólo con haber oído "novecientos..." Se escucho de fondo el terrible llanto de mi madre y tía, mi padre está completamente preocupado porque no quiere que pase por lo mismo que el paso. A la hora salió el número de mi primo y por suerte a él no le toco ir.

El lunes en el colegio me encontré con mis compañeros, mi mejor amigo Octavio tenía que ir conmigo a la Colimba y por suerte vamos a ir juntos a la fuerzas aéreas. A otros de mis compañeros les tocó ir a la marina que desgraciadamente son 2 años de servicio. Pensamos todas las opciones posibles para poder evitar esto: fingir que teníamos una discapacidad física o mental, una enfermedad o simplemente pedir prórroga, pero los adultos no lo permitieron debido a que pensaban que era irresponsable y lo único que pudimos hacer fue esperar hasta que llegue el día en que partíamos hacia el sur del país para que comience nuestro entrenamiento militar.

Finalmente llego el día en que nos teníamos que subir a un camión a las 5 de la mañana   y luego un tren y viajar sin rumbo hasta llegar a un destino desconocido, o al menos eso me contó un vecino del barrio. Mientras subía al camión pude detectar que había mucha diversidad de cultura, mayormente gente que venía desde el norte del país hacia Buenos Aires para luego partir hacia el sur. Junto con Octavio nos subimos al camión donde viajamos amontonados con otros 25 jóvenes de mi misma edad y me di cuenta que se veían mas aterrorizados que nunca, y supongo que mis expresiones muestran lo mismo.

Después de 9 largas horas llegamos a Bahía Blanca para descargar los alimentos, algunas armas, uniformes, y subirnos todos a un tren que nos dejaba en nuestro destino: Comodoro Rivadavia, Chubut. Ya eran 4 de la tarde cuando el tren emprendió camino y todavía nos quedaban otras 7 horas de viaje. Todos estábamos aún más agotados y asustados por lo que nos quedaba adelante. Durante el viaje fui hablando con con unos chicos de Jujuy y Entre Ríos que estaban preocupados porque hace unos días que no hablaban con su familia; hasta ese momento me había olvidado y ni se me había cruzado por la mente el hecho de que era muy probable que no tuviera como comunicarme con mi familia. Nuestra charla duró un par de horas hasta que decidimos dormirnos para no gastar nuestras fuerzas antes de que empiece la tortura y bastó ni esperar cinco minutos y ya estábamos todos dormidos.

Llegamos a Comodoro Rivadavia a las 11 de la noche aproximadamente, nos despertaron a todos como si fuéramos un grupo de salvajes traídos del más allá que íbamos a ser usados de esclavos. Descargamos los miles de uniformes en bolsas, una cantidad innumerable de armas que espantaron mas de a uno, un par de bolsas de alimentos de la cual nos sentíamos preocupados por su cantidad ya que era muy poco y por último algunos elementos de oficina como máquinas de escribir. Al cabo de las horas, ordenamos cada una de las cosas donde los sargentos nos dijeron y nos ordenaron que nos fuéramos a dormir. Sin vacilar fuimos a una especie de habitación que se encontraba a un lado de la casona principal donde dormían los sargentos, sus familias y algún que otro empleado; el lugar donde dormimos es una amplia habitación fría con una cama una al lado de otra que la separa un “cajón” medio roto donde nos permite guardar nuestras pertenencias y el uniforme. Nos ubicamos en los duros colchones donde tendríamos que dormir los futuros 12 meses y al pasar un segundo no escuché ni un alma, todos se habían dormido.

Me desperté de golpe por el seco y doloroso ruido de un silbato en mi oído, mire el reloj y eran las 5:30 am. Nos dieron exactamente 20 minutos para ponernos nuestros uniformes, comer un trozo de pan, tomar un vaso de leche y dirigirnos al terreno donde comenzarán los entrenamientos. Mientras me vestía lo más rápido posible pude escuchar que tan solo a unos metros de Héctor, un muchacho de Córdoba, no encontraba su zapato y acusaba a otro de nosotros de habérselo robado, por causa del escándalo que hizo Hector, el fue llevado a una casucha lejana para servirle al hijo de unos de los sargentos que todo lo que hacía era pedirle que lo lleve de acá para allá.







Hasta las 5 de la tarde estuvimos en bosque, volvimos destruidos no podíamos caminar a uno de los chicos lo llevamos arrastrando y por eso nos seguían insultando cada vez mas y mas. Llegamos a nuestra nuevo hogar donde pensamos en irnos a dormir de inmediato pero no, todavía faltaba la mitad del dia. No bastó estar ahí ni 5 minutos que ya nos dividieron a todos en diferentes grupos y nos llevaron a hacer más actividades, nos enseñaron actividades de supervivencia, como manejar un arma (a aquellos que no sabían) y nos hicieron hacer más trabajos físicos. Nos tuvieron ahí hasta las 10 de la noche que nos dejaron volver al refugio donde nos duchamos. Comimos un guiso sentados en el piso donde ponían todos los restos de comida, pero no nos quejamos porque por un lado sabíamos que nos iban a castigar y porque teníamos tanta hambre que comíamos cualquier cosa.

Cuando todos terminamos de comer, lavamos nuestros platos y los guardamos en una alacena que teníamos en un rincón de la habitación, nos sacabamos nuestros uniformes, los doblamos y los guardamos en el cajón, nos acostamos en la cama dura como una piedra pero que ahora era cómoda como dormir en una nube, cerramos los ojos y rezamos que los restos de los días que nos quedaban en el infierno fueran lo más leve posible.

lunes, 28 de abril de 2014

Final del Juego

El cuento Final del Juego  por Julio Cortázar es narrado por una niña  la cual tiene dos hermanas mas (Holanda y Leticia). Estas tres jugaban a un juego que ellas mismas inventaron llamado "Estatuas y Actitudes"

Esta imagen muestra como era el patio de la casa donde las chicas vivían: "Nuestro reino era así: una gran curva de las vías acababa su comba justo en frente a los fondos de nuestra casa. No había mas que el balasto, los durmientes y la doble vía; pasto ralo y estúpido entre los pedazos de adoquín donde la mica, el cuarzo y el feldespato- que son los componentes del granito- brillaban como diamantes legítimos contra el sol de las dos de la tarde".






Esta imagen muestra casi la ultima escena del relato en cual Leticia tiene hacer una estatua: "Levanto los brazos como si en vez de una estatua fuera a hacer una actitud, y con las manos señaló el cielo mientras echaba la cabeza hacia atrás (que era lo único que podía hacer, pobre) y doblaba el cuerpo hasta darnos miedo. Nos pareció maravillosa, la estatua más regia que había hecho nunca, y entonces vimos a Ariel que la miraba".